La demanda per cápita de aceite vegetal comestible está disminuyendo. El aceite vegetal se utiliza principalmente como alimento y para la preparación de alimentos (55%) y como materia prima para la producción de biodiésel (18%). Para uso alimentario, una parte considerable del aceite vegetal se utiliza para freír alimentos en lugar de consumirse directamente, lo que genera una cierta cantidad de aceite de cocina usado que puede utilizarse como materia prima para la producción de biodiésel.
Los aceites vegetales se utilizan en la fabricación de cosméticos, barnices y, cada vez más, en piensos, especialmente en el sector acuícola. Se prevé que el consumo per cápita de aceite vegetal para uso alimentario disminuya ligeramente (-0,2% anual) debido a la disminución de la demanda de alimentos en los países de altos ingresos, mientras que se observó un aumento anual del 0,8% durante el período 2014-23. En mercados emergentes como China (27 kg/cápita) y Brasil (28 kg/cápita), se espera que el consumo de aceite vegetal para uso alimentario alcance niveles comparables a los observados en economías más ricas.

A medida que avanza los hábitos urbanos en los países de bajos ingresos, se prevé que los hábitos alimentarios y los patrones de alimentación tradicionales cambien para incluir más alimentos procesados con mayor contenido de aceite vegetal. En los países menos adelantados (PMA), se prevé que la demanda per cápita de aceite vegetal se mantenga en 6,5 kg.
La producción mundial de harinas proteicas derivadas de la molienda de semillas oleaginosas está dominada por la harina de soja, que representa más de dos tercios del total. Además, se concentra en un pequeño grupo de países (Figura 4.4). En China y la Unión Europea, la mayor parte de la harina producida proviene de semillas oleaginosas importadas, principalmente soja de Brasil y Estados Unidos. En los demás grandes países productores —Argentina, Brasil, Estados Unidos e India— predominan la soja y otras semillas oleaginosas de producción nacional.
El crecimiento en la producción de otras semillas oleaginosas (colza, girasol y cacahuete) también se desacelerará al 0,8% anual, en comparación con el 2,9% anual durante los últimos diez años (2014-2023). Los mayores productores de otras semillas oleaginosas son China (principalmente colza y cacahuete) y la Unión Europea (principalmente colza y girasol). Se espera que su producción anual alcance los 41 millones de toneladas y los 30 millones de toneladas respectivamente en 2033. Sin embargo, se espera que el crecimiento sea limitado (0,8% anual en China y 0,2% anual en la Unión Europea) debido al aumento de los precios de los cereales, lo que creará una fuerte competencia entre los dos tipos de cultivos, dada la limitada superficie cultivable. Se espera que Ucrania y Rusia, ambos grandes productores de colza y girasol, experimenten aumentos en la producción de otras semillas oleaginosas, superando los 20 millones de toneladas anuales para 2033.
