El cultivo de girasol en Argentina, actualmente, crece con una base más sólida y si bien durante años perdió terreno frente a la soja, hoy la situación del girasol cambio con precios firmes y manejo más razonable, volviendo a recuperar el espacio que había perdido.
El girasol está viviendo su mejor momento en Argentina, con precios internacionales en alza, ventas récord y una importante recuperación del área de siembra. Las exportaciones ya han generado casi el doble que en 2024.
No cabe duda que la expansión del girasol tiene explicación en los precios y en el contexto internacional. La guerra entre Rusia y Ucrania altero todo: Rusia y Ucrania concentraban el 55% de la producción mundial y el 80% de las exportaciones mundiales de aceite. La logística se complicó por el mar Negro y Europa tuvo dificultades para abastecerse. La relación stocks&consumo global cayo al 7% cuando lo normal es el 12%. No había girasol en el mundo y como consecuencia los precios se mantuvieron altísimos.
Al interrumpirse las exportaciones del mar Negro, los precios internacionales se dispararon y la demanda de aceite se reoriento hacia otros proveedores y como consecuencia Argentina se convirtió en un actor clave. Argentina es el único país del hemisferio sur con volumen suficiente para abastecer a Europa entre febrero y octubre.
Según Agadir, Argentina tiene el 8% del mercado mundial y usan ese 8% cuando Europa no tiene producción y como consecuencia le da una posición estratégica.
Si el clima acompaña, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta 2,7 millones de hectáreas y 5,8 millones de toneladas, lo que se considera la mayor producción de la década.






